Mientras algunos científicos están prediciendo que la pérdida de especies está sucediendo tan rápido que nos dirigimos a otra extinción masiva, los ecologistas están tratando de averiguar qué efecto tendría esta pérdida de biodiversidad en nuestras vidas y por qué la conservación sería importante.
Aunque los investigadores han sabido durante mucho tiempo que los ecosistemas con muchas especies de plantas -aquellos con una elevada biodiversidad- son mejores eliminando los contaminantes del agua y el suelo que los ecosistemas con menos especies, nadie ha entendido el por qué.
El pasado 7 de abril se publicó en la revista Nature un estudio sobre la biodiversidad de las algas y la calidad del agua donde el ecologista Bradley Cardinale, profesor adjunto en la Universidad de Michigan, afirma que ha resuelto este misterio.
En un experimento, Cardinale descubrió que los arroyos con una elevada biodiversidad de algas eran mucho más eficientes en eliminar el nitrato –un contaminante común encontrado en los fertilizantes y aguas residuales- que los arroyos con una única especie de alga.
Esto se debe a que cada especie de alga ocupa un nicho diferente, en el arroyo, por ejemplo, en aguas rápidas o aguas calmadas. Así que a medida que aumenta la biodiversidad, cada nicho es ocupado por una especie diferente de alga, por lo tanto la biomasa aumenta y se puede limpiar más de la totalidad del hábitat del arroyo.
En un comunicado de prensa el científico indicó que esta era el primer estudio donde se establece el mecanismo por el cual la biodiversidad potencia la calidad del agua. Según Cardinale, a través de establecer el mecanismo, se proporciona una prueba sólida de una relación de causa y efecto entre la biodiversidad y la calidad del agua que anteriormente faltaba.
Para descubrir esto, el profesor realizó 150 modelos de arroyo en miniatura donde incluyó aforadores de plástico para simular los diferentes ambientes que se encuentran en los arroyos reales. A cada modelo de arroyo le añadía una de las ocho especies diferentes de algas que se encuentran comúnmente en los arroyos de Norteamérica.
Luego puso nitrato a los sistemas y midió la rapidez con la que se eliminaba. El investigador descubrió que a medida que el número de especies aumentaba, también se incrementaba la velocidad de eliminación del nitrato. En promedio los arroyos con ocho especies de algas eliminaban el nitrato 4,5 veces más rápido que aquellos que poseían una especie.
En otro experimento Cardinale ideó unos modelos de arroyos que tenían únicamente un tipo de hábitat. Cuando introducía varios tipos de especies de algas, una de las especies se volvía dominante y el efecto de la diversidad de especies en la eliminación del nitrato desaparecía. Según el ecologista, esto apoya la idea de que la "partición del nicho" es el mecanismo detrás de la biodiversidad y mejoraba la calidad del agua.
Según comentaba el científico en un comunicado de prensa, la principal repercusión de este artículo es que diferentes hábitats son bastante eficaces de forma natural en la limpieza de contaminantes que depositamos en el ambiente, y la pérdida de biodiversidad debido a las extinciones de las especies, podría estar comprometiendo la capacidad del planeta para limpiarse.
También añadió que: "Es solo un estudio, pero es parte de un cuerpo creciente de pruebas científicas que ahora está mostrando claramente que la actual extinción masiva de las especies va a afectar a la humanidad de una manera grande e importante".
Hace poco, Cardinale lideró un equipo de nueve investigadores en un análisis más amplio de los datos recogidos sobre biodiversidad durante los últimos 20 años, que se publicó en una edición especial de marzo en el American Journal of Botany.
El meta análisis se centraba en una visión general de cómo la pérdida de la biodiversidad vegetal podría afectar al ecosistema de la Tierra.
El ecólogo explicaba que casi todos los organismos en este planeta dependen de las plantas para su supervivencia. Además indicaba que si la extinción de las especies pone en peligro el proceso por el cual las plantas crecen, entonces degradará uno de los elementos clave necesarios para sostener la vida en la Tierra.
El equipo analizó los resultados de 574 estudios de campo y de laboratorio de cinco continentes que median los cambios en la productividad. Encontraron que las comunidades vegetales con una elevada biodiversidad tanto en la tierra como en el agua son casi 1,5 veces más productivas que las comunidades con una sola especie. También son más eficientes en el proceso de captar los nutrientes y la luz.
Según Cardinale, este avance proporciona pruebas inequívocas que el declive de plantas y algas en los ecosistemas mundiales disminuirá la biomasa de plantasen los ecosistemas naturales, y degenera sus capacidades para utilizar biológicamente los nutrientes esenciales del suelo y del agua. "Las pruebas preliminares también sugieren que la disminución de la diversidad puede reducir la capacidad de los ecosistemas naturales para producir oxigeno, y eliminar el dióxido de carbono de la atmosfera", agregaba el ecólogo.
A partir de sus descubrimientos, los científicos sugieren que una pequeña pérdida de biodiversidad únicamente puede tener un efecto mínimo en los ecosistemas, pero una vez que el número de extinciones alcanza un "punto de inflexión", el efecto podría ser bastante dramático.
De acuerdo con el ecologista, tenemos que traducir los conocimientos adquiridos de experimentos sencillos en el "mundo real", donde las cosas se vuelven considerablemente más complejas. "Pero infundiendo más realidad a los experimentos mejorará nuestra capacidad para predecir los impactos de extinción", añadió el investigador.
Para concluir Cardinale explicó que entonces estaremos en condiciones de calcular el número de especies necesarias para mantener la variedad de los procesos requeridos para preservar la vida en los ecosistemas reales. "Y no nos referimos a 'necesitar' de una manera ética o estética. Nos referimos a un número concreto real de especies necesarias para preservar los procesos básicos para mantener la vida".
Aunque los investigadores han sabido durante mucho tiempo que los ecosistemas con muchas especies de plantas -aquellos con una elevada biodiversidad- son mejores eliminando los contaminantes del agua y el suelo que los ecosistemas con menos especies, nadie ha entendido el por qué.
El pasado 7 de abril se publicó en la revista Nature un estudio sobre la biodiversidad de las algas y la calidad del agua donde el ecologista Bradley Cardinale, profesor adjunto en la Universidad de Michigan, afirma que ha resuelto este misterio.
En un experimento, Cardinale descubrió que los arroyos con una elevada biodiversidad de algas eran mucho más eficientes en eliminar el nitrato –un contaminante común encontrado en los fertilizantes y aguas residuales- que los arroyos con una única especie de alga.
Esto se debe a que cada especie de alga ocupa un nicho diferente, en el arroyo, por ejemplo, en aguas rápidas o aguas calmadas. Así que a medida que aumenta la biodiversidad, cada nicho es ocupado por una especie diferente de alga, por lo tanto la biomasa aumenta y se puede limpiar más de la totalidad del hábitat del arroyo.
En un comunicado de prensa el científico indicó que esta era el primer estudio donde se establece el mecanismo por el cual la biodiversidad potencia la calidad del agua. Según Cardinale, a través de establecer el mecanismo, se proporciona una prueba sólida de una relación de causa y efecto entre la biodiversidad y la calidad del agua que anteriormente faltaba.
Para descubrir esto, el profesor realizó 150 modelos de arroyo en miniatura donde incluyó aforadores de plástico para simular los diferentes ambientes que se encuentran en los arroyos reales. A cada modelo de arroyo le añadía una de las ocho especies diferentes de algas que se encuentran comúnmente en los arroyos de Norteamérica.
Luego puso nitrato a los sistemas y midió la rapidez con la que se eliminaba. El investigador descubrió que a medida que el número de especies aumentaba, también se incrementaba la velocidad de eliminación del nitrato. En promedio los arroyos con ocho especies de algas eliminaban el nitrato 4,5 veces más rápido que aquellos que poseían una especie.
En otro experimento Cardinale ideó unos modelos de arroyos que tenían únicamente un tipo de hábitat. Cuando introducía varios tipos de especies de algas, una de las especies se volvía dominante y el efecto de la diversidad de especies en la eliminación del nitrato desaparecía. Según el ecologista, esto apoya la idea de que la "partición del nicho" es el mecanismo detrás de la biodiversidad y mejoraba la calidad del agua.
Según comentaba el científico en un comunicado de prensa, la principal repercusión de este artículo es que diferentes hábitats son bastante eficaces de forma natural en la limpieza de contaminantes que depositamos en el ambiente, y la pérdida de biodiversidad debido a las extinciones de las especies, podría estar comprometiendo la capacidad del planeta para limpiarse.
También añadió que: "Es solo un estudio, pero es parte de un cuerpo creciente de pruebas científicas que ahora está mostrando claramente que la actual extinción masiva de las especies va a afectar a la humanidad de una manera grande e importante".
Hace poco, Cardinale lideró un equipo de nueve investigadores en un análisis más amplio de los datos recogidos sobre biodiversidad durante los últimos 20 años, que se publicó en una edición especial de marzo en el American Journal of Botany.
El meta análisis se centraba en una visión general de cómo la pérdida de la biodiversidad vegetal podría afectar al ecosistema de la Tierra.
El ecólogo explicaba que casi todos los organismos en este planeta dependen de las plantas para su supervivencia. Además indicaba que si la extinción de las especies pone en peligro el proceso por el cual las plantas crecen, entonces degradará uno de los elementos clave necesarios para sostener la vida en la Tierra.
El equipo analizó los resultados de 574 estudios de campo y de laboratorio de cinco continentes que median los cambios en la productividad. Encontraron que las comunidades vegetales con una elevada biodiversidad tanto en la tierra como en el agua son casi 1,5 veces más productivas que las comunidades con una sola especie. También son más eficientes en el proceso de captar los nutrientes y la luz.
Según Cardinale, este avance proporciona pruebas inequívocas que el declive de plantas y algas en los ecosistemas mundiales disminuirá la biomasa de plantasen los ecosistemas naturales, y degenera sus capacidades para utilizar biológicamente los nutrientes esenciales del suelo y del agua. "Las pruebas preliminares también sugieren que la disminución de la diversidad puede reducir la capacidad de los ecosistemas naturales para producir oxigeno, y eliminar el dióxido de carbono de la atmosfera", agregaba el ecólogo.
A partir de sus descubrimientos, los científicos sugieren que una pequeña pérdida de biodiversidad únicamente puede tener un efecto mínimo en los ecosistemas, pero una vez que el número de extinciones alcanza un "punto de inflexión", el efecto podría ser bastante dramático.
De acuerdo con el ecologista, tenemos que traducir los conocimientos adquiridos de experimentos sencillos en el "mundo real", donde las cosas se vuelven considerablemente más complejas. "Pero infundiendo más realidad a los experimentos mejorará nuestra capacidad para predecir los impactos de extinción", añadió el investigador.
Para concluir Cardinale explicó que entonces estaremos en condiciones de calcular el número de especies necesarias para mantener la variedad de los procesos requeridos para preservar la vida en los ecosistemas reales. "Y no nos referimos a 'necesitar' de una manera ética o estética. Nos referimos a un número concreto real de especies necesarias para preservar los procesos básicos para mantener la vida".
Por Kat Piper-La Gran Época.
Artículo original: Analizan los efectos de la pérdida de biodiversidad para la vida del planeta